Fauna

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Está dominada por las colonias de aves marinas nidificantes: la gaviota de Audouin (Larus audouinii), la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), el halcón de Eleonora (Falco eleonorae) y el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis). Todas ellas especies muy sensibles a las molestias e impactos asociados a la presencia humana, encuentran en estas islas el único punto de nidificación de la Comunidad Valenciana.
 
Durante los pasos migratorios primaverales y otoñales, las islas, ancladas en medio del mar, actúan como un imán para todas las aves que cruzan el Mediterráneo entre Europa y África, concentrándose un altísimo número con el fin de reposar y tomar fuerzas antes de continuar su viaje.
 
Entre los animales destacan, sobre todo, el grupo de los tenebriónidos, con 10 insectos endémicos, como los escarabajos Alphasida bonacherai y Tentyria pazi, y el caracol (Trochoidea molinae). La singularidad faunística culmina con la presencia de una especie endémica de lagartija, con 4 poblaciones aisladas en diferentes islotes.
 
El interés de las islas no acaba con la llegada a la línea de agua, sino que por lo contrario se multiplica cuando nos sumergimos en sus fondos marinos. La complicada topografía de esos fondos marinos, llenos de escollos, bancos y bajos es el refugio natural para tantas especies sobreexplotadas por la pesca, como el mero (Epinephelus marginatus).
 
Además de una excepcional riqueza de especies y variedad de comunidades bentónicas, aparecen singularidades como el alga parda Laminaria rodriguezii, muy escasa en nuestro mar, praderas de la fanerógama marina Cymodocea nodosa, bancos de madrépora mediterránea (Cladocora caespitosa) y la llamativa gorgonia roja (Paramuricea clavata).